Acercarse a una mujer es todo un arte, se piensa que con la sola presencia de uno basta, pero no es verdad: si un Brad Pitt se acerca a cualquier mujer con la actitud inadecuada, no llegará muy lejos.
Lo primero que se debe tener en cuenta: cuando se habla con una mujer hay que verla a los ojos, no a un lado, no hacia abajo o hacia arriba, se la debe ver directamente a los ojos. Si tienes la costumbre de llevar gafas, sácatelas, si ella lleva gafas, pídele amablemente que las ponga a un lado. Se debe hacer contacto visual sin interferencia alguna. Es necesario apagar Blackberries y otros celulares, al menos el tuyo. Como bien sabes, la mirada dice mucho de la intención tanto de un hombre como de una mujer. Debes ser franco y evitar mirar a la chica con vista de rayos X, como si tu única intención fuera llevarla a la alcoba inmediatamente. Debes mirarla como la potencial madre de tus hij@s.
Las mujeres son seres muy susceptibles y se darán cuenta de cuáles son tus intenciones. El sexo es un componente de toda relación pero también debes mostrar que puedes ofrecerle a una mujer otras cosas como respeto, confianza y protección.
A lo largo de la cita se amable; siéntate erguido pero relajado; si estás nervioso, aprende a controlarte; si te sudan las manos, sécatelas con disimulo. Utiliza las manos, juega con tus manos, no como un prestidigitador o un mago con sus cartas: tienes que aprender a utilizar tus manos. Las manos dicen mucho de las personas y por seguro tus manos dicen mucho. Modula tu voz, no grites, no hables rápido; recuerda que no la quieres ni asustar ni estás apurado por irte a otro lado; se pausado.
Cuando tu cita vaya al baño bajo ningún concepto le veas las posaderas, eso jamás, recuerda que estás con una mujer no con un bocadillo. Si tú piensas que ella no se da cuenta cuando le regresas a ver su parte posterior, estás equivocado: las mujeres sienten cuando cualquier hombre lo hace, en especial “tú”.
Debes saber hablar tanto como saber escuchar y, sobre todo, hacerla reír, hacerla sentir bien con ella misma y con tu compañía. No debes olvidar que es una cita, no es una competencia de “yoes”. Menos aún pienses que debes hablar de lo maravilloso que eres tú y gastarte un par de horas demostrándole por qué ella debe salir contigo … para nada. Una cita es para conocer a tu futura novia, que ella hable, que ella te cuente sobre su vida; si ella te pide que hables sobre ti mismo, refiérete un poco a tu vida, muy poco, y luego vuelve a preguntarle sobre ella y que siga contándote sobre su vida.
Presta atención y aprende sobre lo que ella te cuenta, de aquí puedes sacar mucha información que podrás utilizar tanto para logra otra cita como para elegir un restorán o simplemente para hacerle un pequeño regalo. Las mujeres por lo general te dicen lo que les gusta y lo que les disgusta, el problema es que los hombres no escuchamos; así que tú debes estar preparado para escuchar e interesarte en ella, si no lo puedes hacer, mejor dedícate a otra cosa o espera a una chica por quien lo harías.
¡Hasta pronto!
El Hombre Impermeable
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