Selecta clientela de este blog mecanizado que aún carbura a pesar de los estrellamientos,
Vivimos una época caracterizada por el sedentarismo: pasamos horas de horas sentados frente a una pantalla sea por trabajo, sea por ocio. Considerando aquello, me he preguntado cómo es que la falta de actividad física terminará por afectar nuestra vida romántica en el futuro. Síganme por aquí -> para que les muestre.
Habrá gente que le pedirá a los cirujanos del futuro que simplifiquen sus cuerpos a la mínima expresión de modo que sólo operen con lo básico: los cinco sentidos. Cabe que estás sencillas criaturas -les llamaremos Juan, Rosario y Matías- quieran manifiestar sus afectos así:
Juan le dirá con ardor a Amanda: “Todos estos años he estado enamorado de ti, pero recién hoy encontré el coraje para gritarles a todos que te amo…”
En otro lugar de la ciudad, Rosario, sin pestañar, le confesará a José: “Sé que no soy de tu misma clase social, sin embargo estoy segura de que una chica como yo te puede hacer feliz…”
Ante la reacción de impavidez de José, desesperada Rosario procederá a gritarle un: “¡Vamos, no seas cobarde y bésame!”
Matías, quien escondido detrás de la puerta ha contemplado toda la escena, aparecerá de súbito espetando: “¡Rosario, detente! Déjalo a ese bueno para nada y marchémonos juntos a vivir a la Riviera Francesa. Estoy seguro de que haré que te olvides de él.”
Lo que no saben Rosario ni Matías, peor José, es que una super estrella británica está por romper la frágil paz de su triangulo amoroso…
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