Aún sucede que cuando una relación ya comienza a caminar tu pareja te invita a “tomar un cafecito en la casa de mis papis”. Hace rato que este mecánico ya dejo de asistir a esas invitaciones porque se sentía analizado como un ratón de laboratorio.
El “cafecito” es un pretexto para que los papás de tu chic@ tengan la oportunidad de determinar tus antecedentes genealógicos –si eres hijo, primo, pariente de suntano o mengano-, tus hábitos –cómo comes y bebes- y, claro, para que reconozcas a las ‘autoridades seccionales’. ¿No les parece que es pasar demasiado estrés sólo para tomar un café con galletitas?
Estimados clientes de mi mecánica: si son de los que tienen complejo de conejillo de Indias, ¡allá ustedes! Aunque parezca radical, este mecánico considera que la relación que mantiene con su novia es con ella y no con su familia.
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