Inquietos lectores de las peripecias de los amig@s de su mecánico favorito,
Lo que sigue es el primer reporte de algunas de las intervenciones vertidas durante las sesiones del grupo de apoyo para superar la timidez liderado por “El Hombre Impermeable”. En vista de que se trata de un amigo de la mecánica con un carácter explosivo, los únicos asistentes fueron Elchico D’lentes y Margarita “La Chica Intermitente”. El diálogo entre el capacitador y sus estudiantes no fue precisamente “fluido”. Es así que “El Hombre Impermeable” tuvo que recurrir a algunos de los métodos de disuasión que lo han hecho famoso: les aplicó “el tirabuzón”; la terrible “manita de puerco”; también la clásica “tortura china”; incluso en un momento de desesperación uso la “ley del hielo”, pero se dio cuenta que eso no tenía nada de desagradable para ese par de silenciosos; “acto seguido” quiso someterlos con una “regresión” para que busquen en sus vidas pasadas a alguien que sea hablador y locuaz. A la larga sus esfuerzos rindieron fruto: al fin le contaron lo que les pasaba. A continuación una muestra de los resultados.
Afectuosamente,
E.M.A.
1. Intervención de Elchico D’lentes
Nuestro amigo de la timidez compulsiva le ha hecho saber al instructor, a través de un papelito con unos garabatos escritos con nerviosismo, si es absolutamente necesario mirarle a los ojos a la chica que le gusta cuando él le está hablando. En relación a eso, también quiso saber cuál es la opinión de “El Hombre Impermeable” acerca de usar el chat para coquetear con una chica, “desde la comodidad del hogar”, con el objetivo de evitar sus ya tradicionales ataques de pánico.
2. La opinión de “El Hombre Impermeable” acerca de esta estrategia.
El chat es bueno para ciertas circunstancias y para ciertos casos, pero no para todos. Creo que el chat sirve para complementar una conquista, ayuda a llegar a la persona que se quiere conquistar. Sin embargo, hay que buscar una oportunidad para mirarle a los ojos a esa persona, para conocer el tipo de reacción que ella tiene en relación a ciertas preguntas tuyas, así como para observar cuánta ternura hay en sus ojos cuando ella se encuentra contigo. Me parece que deberías alternar ambas cosas, evitando, claro está, que te dé un ataque de pánico.
3. Intervención de Margarita
… … … huumm… ahhhh… … …uuuhhh… … ¿Por qué a los hombres les cuesta tanto entender a una chica que no habla mucho como yo? ¿A qué se debe su dificultad para leerle el pensamiento a una mujer?
4. Reflexión del hombre que no usa crema acerca de esta deficiencia telepática de los hombres
Leer a una chica o conocer que piensa sin usar las palabras es posible, el problema es que estamos perdiendo, en el mejor sentido de la palabra, el “animal” intuitivo que llevamos dentro para convertirnos en “humanos”. Podría profundizar mucho sobre este tema pero creo que E.M.A. no me dejaría, al menos no en este grupo de apoyo, ya que solamente los traumaría a ustedes dos: tú, Elchico D’lentes, con lo intelectual que eres ni de broma querrías parecerte a un animal, y tú, Margarita “La Chica Intermitente”, hasta que llegues a una conclusión de lo que realmente quieres, te tomaría todo el fin de semana, que de paso es feriado.
5. Intervención de Elchico D’lentes
En otra de las hojas arrancadas de su libreta Elchico D’lentes le ha apuntado una pregunta a El Hombre Impermeable: ¿en la realidad sucede que llega un momento en que el tímido y la chica que le gusta por fin se juntan, tal y como sucede en las películas de Hollywood?
6. Sesuda respuesta acerca de los linderos entre la realidad y la fantasía por parte del hombre que no usa paraguas
Creo que sí es posible que esa clase de sueños ocurran. Al fin y al cabo las fantasías son sólo realidades incumplidas por cobardía o inseguridad de la persona que las crea. Tú deberías trabajar en ti mismo primero para luego lograr tu fantasía – con Margarita “La Chica Intermitente” –, je, je, je.
7. Intervención de Margarita
A mí se me hace súper difícil explicarle con palabras lo que me sucede a mi novio. Soy muy perezosa al momento de contarle mis rollos y preocupaciones. ¿Hay algo de malo con esto?
8. El dictámen del hombre que no le teme a los “aguaceros torrenciales” acerca de esa vagancia sicológica
No hay nada de malo si quieres perder a tu hombre. Continúa así y listo: ¡lo lograrás! El problema en las relaciones, desde la edad de la piedra, es la falta de comunicación entre dos personas. Además no es pereza, ¡es egoísmo!
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