Paciente clientela de mi mecánica:
Hay malentendidos que pasan a menudo en las relaciones entre chic@s y chic@s. A veces, cuando sentimos una atracción muy fuerte por alguien lo manifestamos de modos patéticos: bajamos la mirada como para observar el fascinante mundo microscópico que han construido las hormigas, tartamudeamos, una fina capa de sudor nos cubre las manos, comenzamos a sonar como “walkie talkie” averiado, en fin, es como si regresáramos de súbito a aquellos días en los que vivíamos en la época de las cavernas.
Un querido y viejo, viejo, viejo amigo, el Hombre de Cro-Magnon, gentilmente ha dejado su retiro en las páginas de la Enciclopedia Salvat Monitor –Volúmen 5- para ser utilizado como conejillo de indias en una cita que le organizaron los chicos de la mecánica con Blancanieves. El propósito de tan singular experimento: mostrar porque a veces pequeños malentendidos hacen que una relación no germine.
Para terminar, el Hombre de Cro-Magnon me ha pedido que reproduzca a continuación una cita de la Wikipedia para que ustedes no se burlen de él por aquel tonto prejuicio de que los de su tipo “no eran muy despiertos”. Los científicos señalan:
“(…) la posibilidad de que los cromañones dispusieran de una mayor capacidad para el lenguaje (tanto del aparato fonador como cerebral, para el pensamiento simbólico), con las implicaciones que esto tendría para la vida social.”
Hecha esta precisión me despido.
Con afecto,
E.M.A.
“El Hombre de Cro-Magnon (H.C.M.) tiene una cita con Blancanieves”
1. La situación: los dos han ido a cenar y después al cine para ver una comedia romántica. Ahora disfrutan de un café sentados juntos en una banca en medio de risitas –las de Blancanieves- y risotadas –las de H.C.M.-. Una brisa delicada enreda el cabello de Blancanieves mientras la luna contempla emocionada la escena.
2. Como entiende la situación ella: “este chico esta un poco barbón y encorvado pero tiene algo…creo que me gusta, ojalá intente acercarse.”
3. Como entiende la situación él: “(gruñidos nerviosos e indescifrables)”
4. La recomendación de tu amoroso mecánico: es cierto que no es fácil controlar el nerviosismo, pero tienes que considerar, mi cavernario amigo, que ella está tan nerviosa como tú. Sólo trata de acercarte con delicadeza pues ellas son muy sensibles. Quizás te conviene tocar su mano suavemente o darle un beso en la mejilla. El punto es que ella tiene que saber mediante un acto concreto que a ti te gusta y le correspondes. Caso contrario pueden pasar miles de años de silencios e inacción, tú termines en un museo y ella se busque otro.
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