Luego de algunas sesiones del grupo de apoyo para superar la timidez que organicé, me di cuenta que, al igual que Elchico D’lentes, muchas personas tienen problemas para acercarse a quien les gusta. No crean que siempre he sido “El Hombre Impermeable”. No, las experiencias buenas y malas son las que me han hecho que ahora todo me resbale. Yo, como muchos de ustedes, alguna vez fui una persona muy tímida, con problemas de tartamudeo y de manos que me sudaban por los nervios. Cuando me acercaba a la persona que me gustaba, el tartamudeo me convertía en una ametralladora que no podía pronunciar palabra y mis manos goteaban. Todo esto hacia que mi intento de acercamiento terminara en una vergüenza total. Así, por un tiempo decidí encerrarme en mis pensamientos, hasta que un día por accidente descubrí “el truco” para resolver mi problema.
¿Cuál es el truco? Quizás ya lo hemos practicado pero no conscientemente: la mejor manera de acercase a una persona que nos gusta es a través de los juegos. Sencillo, ¿no? Sí, ya sé: les pasa que cuando están cerca de la persona que les atrae no pueden hablar porque es como tener una papa caliente en la boca. Simplemente traten de llevar el encuentro a lo físico de manera delicada, un pequeño empujón acompañado con una sonrisa servirá. El empujón no debe ser muy fuerte; lo importante es que deben darse cuenta si la persona reacciona positivamente o no a él.
Si la persona en cuestión los mira con rostro de cabreo, de querer pegarles, ofrézcanle una sonrisita nerviosa y avancen en retirada para otro lado. Es claro: esa persona no tiene interés, así que no pierdan el tiempo. Pero si la chica o el chico reacciona con una sonrisa y te empuja, empieza a jugar, eso podría ser una actitud más receptiva y comunicativa de su parte. Tal vez ahí tengan una mejor oportunidad.
El contacto físico es muy importante para acercarse a cualquier persona, pero nunca olvides que al fin y al cabo es una herramienta para tapar tus “problemas” de timidez. Es una ayudita, una trampa que le haces a tus nervios, para que puedas hablar con mayor fluidez y dejes de estar pendiente de si las manos te sudan.
Espero que esta pequeña reflexión les ayude.
Saludos de “El Hombre Impermeable”.
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