La consulta:
Hace meses me salí de la casa donde vivía con mi esposo. Él abusaba de mí psicológicamente. Era un sube y baja: me hacía sentir bien y de repente me hacía llegar al suelo. Quiero tomar fortaleza y recuperarme, ¿me puedes ayudar?
La opinión del mecánico:
Estimada amiga,
No soy sicólogo, ni terapeuta, tampoco superviso tratamientos para gentes afectadas de “mal de amor”. Lo que hago dentro de mis limitadas posibilidades es compartirles las ideas que se me ocurren cuando reflexiono en una esquina de mi zaguán, ofrecerles un comentario acerca de los casos que la gente, con una confianza que agradezco mucho, me transmite en este espacio para los corazones accidentados.
Desde esa perspectiva, sólo puedo decirte que apoyo tu decisión de buscar una atmósfera más saludable para ti. No conozco los detalles de tu relación, pero los vínculos de pareja se basan en cómo nos sentimos. La marcha de la relación está fundada en percepciones subjetivas –que a la final es lo único con lo que contamos porque ninguna persona tiene la verdad final, “objetiva”, de las cosas- y si son negativas el camino se vuelve tortuoso.
La compañía de personas que realmente te quieren –no importa cuál sea tu estado civil, emocional o financiero- es lo que debes buscar para aplacar cualquier secuela del menosprecio que recibiste.
Aprecio tu valentía.
E.M.A.
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