Así es queridos visitantes de este zaguán virtual,
El libreto está basado en una vieja idea del Hombre Impermeable a la que he añadido algunos aportes mecánico-creativos. Pasen por aquí y pónganse cómodos para que les cuente…
El nombre tentativo de esta miniserie es “Los inn-mortales” (eso de “inn” es una sugerencia mía para hacer el nombre de la serie más chic, más “inn”). El denominador común de los personajes es que piensan que tienen todo el tiempo del mundo, tal si fueran eternos. Se equivoca quien considere que se trata de un concepto aburridísimo porque los personajes nunca entrarán a la funeraria en posición horizontal; todo lo contrario: en eso radica la gracia de la miniserie.
La historia se basa en los rollos sentimentales de unos chicos a los que aún les debemos dar un nombre -creo que ese problema se resolverá jugando un poco con la guía telefónica o, mejor aún, con mi lista de amigos del Facebook-, aquí sus perfiles en construcción:
El galán inmortal: es corto de palabra, tiene una dificultad para relacionarse con el sexo opuesto que se remonta a los orígenes de la especie, cuando se crearon los géneros femenino y masculino. Ha estado enamorado desde siempre de la chica inmortal pero no encuentra la manera de “abrirle su corazón”. Por centurias ha esperado y esperado y esperado para que ella se dé cuenta cómo él arde de deseos por ella, pero parece que tendrá que sumarse al club de las estatuas que hacen tiempo sentadas:
La chica inmortal: disfruta de la posibilidad de probarse todos los vestidos de la tienda por el resto de la eternidad o mensajear con su móvil sin parar por décadas. Ella está consciente, desde una soleada tarde de abril del 352 A.C., que el galán inmortal sentía algo por ella. Discutió acerca de esta situación con su mejor amiga, la que destesta al galán inmortal. El diálogo se extendió hasta la llegada del Renacimiento sin que la chica inmortal llegue a ninguna decisión acerca de qué hacer con su admirador. La situación se complica porque a ella también la pretende el bello Han Solo congelado en carbonita:
Como se puede ver, el tiempo no es un inconveniente para los inn-mortales, situación que pone en la congeladora de los siglos la resolución de sus romances. Al momento discuto con El Hombre Impermeable una salida creativa para aliviar esta lentitud. Les mantendré informados al respecto.
E.M.A.
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