Gentiles corazones accidentados,
Me fui al cine con el hombre que avanza por la lluvia sin paraguas a ver ‘Super 8’. Entre uno y otro giro de la historia, y los ronquidos de un señor fornido de gorra roja que se quedó dormido a mi lado “durante los diez minutos más importantes de la película” (en sus propias palabras), me desconcentré y pensé que mi lunes de cine se había ido al tarro. Sin embargo, a la salida mi amigo me hizo notar una enseñanza clave que extrajo del filme: la forma más efectiva para conquistar el corazón de una chica al 100 por 100 es rescatándola…¿pero de dónde?, me pregunté. Aquí algunas opciones aplicables para los galanes que no salen de la ciudad y no tienen la oportunidad de rescatar a su querida de las garras de un macaco gigante, un dragón o alienígena:
Rescátala…de la fila del banco
Cabe que rescates a tu chica cuando ya está harta de leerle la nuca al señor que tiene en frente, analizarse las puntas de los zapatos, y cruzarse los brazos en todas las maneras imaginables mientras espera en la cola para cambiar el cheque. Puedes descolgarte del techo de la institución financiera en una soga, tomarla en tus brazos estilo Errol Flynn y cruzar volando los dos por el aburrido vestíbulo hasta llegar al cajero y extenderle el cheque para que les de el efectivo. Sana recomendación: Efectua esta operación mientras el guardia de seguridad se acomoda el chaleco antibalas o mira hipnotizado la punta de sus botas.
Rescátala…de la rutina
Cuando tu querida sienta que las cosas se le ponen monótonas, es el momento justo para salvarla de ese agujero creativo visitándola de sorpresa en su trabajo para bailar para ella el paso egipcio frente a sus colegas y amigas, alternando -¡eso sí!- cada 5 pasos la dirección este y oeste.
Sana recomendación: Es posible que este rescate termine en una situación bochornosa para ella, de modo que es preciso que ensayes también la salida de emergencia del faraón Ramsés II, a quien lo tenemos aquí posando de perfil y de frente ante la cámara fotográfica de la historia:
Rescátala…de un atrancón en la hora pico
Este rescate, que de paso es el más sencillo de todos, se aplica cuando ella está entrando en un pico de histerismo porque la fila de autos no se mueve y el sol del medio día trata a los conductores como si fueran pollos a la brasa. En tales circuntancias debes ir en auxilio de tu chica y, avanzando entre los vendedores ambulantes y el señor de los periódicos, acercarte hasta donde está ella y decirle: “Mi amor, he venido para hacerme cargo de tu auto, puedes ir a comprarte un helado y ser feliz bajo la sombra que da ese árbol de la esquina, que yo me quedo aquí asándome”. Sana recomendación: Si ella te trata de convencerte que no lo hagas, indícale que tienes vocación de martir pues has traído para escuchar dentro de su auto un álbum recopilatorio con los 40 éxitos de ayer hoy y siempre de Ricardo Arjona.
¿Qué me quedan viendo? ¡A salvar a sus chicas se ha dicho!
Con afecto,
E.M.A.
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